La trenza': para los que

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Por un escritor de hombre misterioso

Vidas entrecruzadas de tres mujeres que viven en tres continentes diferentes y pertenecen a clases sociales distintas, pero a las que une un elemento común.
En el norte de la India vive Smita, que pertenece a los intocables, privados de cualquier derecho, y que sueña con darle una educación a su hija pequeña, lo que le hará emprender un peligroso viaje hacia el Sur, donde las personas de su casta están mejor tratadas. En Sicilia, la joven y atractiva Giulia trabaja en el taller de pelucas de su padre, el último de ese tipo en Palermo. Tras un grave accidente de su progenitor, tendrá que buscar una salida para mantener a su familia. En Canadá, Sarah, una exitosa abogada, separada y con tres hijos, deberá enfrentarse a un cáncer cuando está a punto de conseguir el ascenso por el que ha estado trabajando toda su carrera. Como ocurre en otras ocasiones, La trenza traslada al cine un best seller literario que vendió 8 millones de ejemplares. Pero lo curioso es que ha sido su propia escritora, Laetitia Colombani la que lo ha trasladado al cine como directora (es su tercera película). Un drama que cuenta con tres personajes femeninos que nunca tiran la toalla, porque pelean frente a las adversidades y no se rinden. La película está dedicada a las mujeres valientes, a lo que habría que añadir luchadoras y responsables, puesto que se trata de una historia de vidas cruzadas de tres féminas muy diferentes, que viven en continentes distintos, a las que un elemento personal les unirá. Las tres historias, que se narran de forma paralela, son muy entendibles, porque la globalización exige cambios radicales en los negocios pequeños si quieren sobrevivir, como ocurre en la que transcurre en Italia, pero el acceso de la mujer al trabajo, y la difícil conciliación, es un tema candente. Aunque, sin duda, la historia más lejana, la que se desarrolla en la India, nos habla de esas mujeres de países del Tercer Mundo que lo tienen realmente difícil para vivir en un lugar que las considera ciudadanas de segunda categoría o, como dice amargamente un personaje, con menos derechos que una vaca. No obstante, llama la atención cómo se trasladan a imágenes con respeto las creencias de la heroína india (no queda claro si es budista o sijista) y, sin embargo, se afronta con ciertos prejuicios la católica, representada por la chica italiana. Para: los que les gusten los dramas protagonizados por mujeres, por cierto, muy presentes este año en la cartelera.